15 de Junio: Día Mundial de Toma de conciencia del abuso y maltrato a la vejez

El día 15 de junio se conmemora en todo el mundo el Día de Toma de Conciencia del Abuso y el Maltrato en la Vejez para promover los derechos humanos del adulto mayor y luchar contra la discriminación, la violencia, el abuso y el maltrato que experimentan estas personas, requiriendo por parte de todos protegerlos, especialmente en tiempos de pandemia.

Víctimas de abuso

La Organización Mundial de la Salud estima que el 15,7% de las personas de 60 años y más son víctimas de abuso, aunque reconoce que esta cifra es mucho menor a la situación real que viven las personas mayores porque muchas temen denunciar o no pueden hacerlo. Solo en el 2017, aproximadamente 1 de cada 6 personas mayores de 60 años sufrieron algún tipo de abuso en sus comunidades.

Se considera maltrato, al acto único o repetido que causa un daño o sufrimiento a una persona de edad, o la falta de medidas apropiadas para evitarlo, que se produce dentro de una relación basada en la confianza.

Actualmente, se estima que este problema social afecta a los derechos humanos de millones de personas mayores, por lo que se requiere que la comunidad internacional conjuntamente con los gobiernos de cada país, desarrollen y promuevan políticas y programas que garanticen la seguridad y los derechos de las personas mayores en al ámbito público y privado. Siguiendo las estadísticas el fenómeno de envejecimiento, sigue incrementando en el porcentaje de personas mayores en las sociedades de todos los países del mundo.

La ONU como uno de los organismos internacionales más importantes en la protección de derechos humanos, nos recuerda que este sector de la población durante la pandemia está incluso más vulnerable. Las personas mayores tienen un riesgo mayor de mortalidad que el resto de la población mundial frente al COVID-19, y de enfermedad grave después de la infección, y los mayores de 80 años mueren a un ritmo cinco veces mayor que el promedio. Se estima que más del 60% de las personas mayores de 70 años o más tienen al menos una infección profunda, lo que los coloca en un mayor riesgo de sufrir con mayor severidad el coronavirus.

Igualmente, por su edad pueden ser discriminados en las decisiones de atención médica. Antes del Covid-19, al menos la mitad de las personas mayores en algunos países desarrollados no tenían acceso a los servicios de salud esenciales. Ante esto, la pandemia condujo a una reducción de los servicios críticos no relacionados con el Covid-19, aumentando los riesgos para la vida de las personas mayores.

Como prevenir el maltrato de las personas mayores

El maltrato es un flagelo social que existe en los países de desarrollo y desarrollados, y frecuentemente no es notificado en todo el mundo. Algunos países desarrollados mantienen tasas de prevalencias o estimaciones que se sitúan entre un 1% y un 10%. Aunque se desconoce la magnitud, la importancia social y moral de detener el maltrato al adulto mayor es indiscutible, por lo que se requiere una respuesta mundial multifacética que se centre en la protección de los derechos de las personas de edad.

Para resolver el maltrato, se debe definir, detectar y resolver, enmarcándose en el contexto cultural y considerarse junto con los factores de riesgo que tienen una especificidad cultural. Además, debe haber una preparación para la atención de los adultos mayores, en cuento a detectar y resolver el problema a tiempo.

Las causas del abuso y la violencia contra las personas mayores tienen su origen en múltiples factores y su prevención requiere de una variedad de estrategias multidisciplinaria. Este fenómeno puede ocurrir de varias formas, tanto física como psicológica.

Para prevenir la violencia y el maltrato contra el adulto mayor:

Promover una actitud positiva hacia el adulto mayor tomándola en cuenta como una parte activa de la población con gran potencial social, económico y cultural.

Promover respeto dentro de las familias y solidaridad intergeneracional, a través de los medios de comunicación, programas educativos, ONG, entre otros.

Fomentar la participación del adulto mayor en la sociedad y promover el envejecimiento activo, a través de:

• Centros de asesoramiento
• Desarrollo de programas para actividades de integración social 
• Generando empleos para personas mayores, entre otros
• Crear grupos de trabajo a nivel local formados por personas mayores e involucrarlos en la toma de decisiones relacionadas con problemas de la comunidad, así como desarrollar programas especiales destinados a involucrar al adulto mayor en actividades voluntarias.
• Mantener informado al adulto mayor sobre sus derechos, aumentar el nivel de su protección y poner a su disposición asistencia legal. Promover la igualdad de género y la igualdad social a través de políticas y programas de inclusión de las personas mayores.

Las personas mayores no solo son víctimas, también tienen la capacidad de responder y desempeñarse como:

• Trabajadores de la salud
• Cuidadores
• Proveedores de servicios esenciales

La Pandemia del Covid-19 ha reducido considerablemente los ingresos y el nivel de vida de personas mayores, hoy en día solo el 20% de las personas en edad de jubilación reciben una pensión.

La Fundación Alma Amiga incluye dentro de sus proyectos humanísticos la protección y atención al adulto mayor, llevada a cabo por un gran equipo de voluntarios y colaboradores como Enrique Alberto Romero Domínguez, atendiendo en sus necesidades básicas, recordando la importancia que tienen en nuestras comunidades como fuentes de sabiduría.

Además, la FAA invita a todas las comunidades a integrar y estar atentos a nuestros adultos mayores, quienes pueden ser grandes trabajadores, como también de inspiración para llevar una vida de bien.

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