[5] Valores afectivos y su importancia en la sociedad
Se conoce a los valores afectivos como los principios que establecen nuestras actitudes desde nuestros sentimientos y emociones, buscando satisfacer nuestras necesidades de afecto, a través de las muestras de amor que ofrecemos y recibimos del prójimo.
Los objetivos de los valores afectivos en la sociedad
Los valores son normas de conducta y actitudes según las cuales expresamos un determinado comportamiento y que están de acuerdo con aquello que es considerado como correcto. Existe algunos valores que son importantes asumir para mantener siempre presente y garantizar una buena convivencia en la sociedad, creando un ambiente seguro en nuestro entorno.
El objetivo principal de los valores afectivos es sentirse amado y dar amor, aquellas personas que se sienten amadas y queridas, disponen de una buena actitud ante la vida y tienen otra perspectiva de quiénes están a su alrededor.
El afecto genera bienestar y placer, así como las manifestaciones de sentimientos o emociones, que lograrían satisfacer de este modo sus necesidades afectivas del ser humano, así como, afectarían nuestras reacciones psíquicas que responden al gustar o no gustar.
Para los niños es fundamental estar en un ambiente seguro y amoroso, para que estrechen lazos estables con sus padres y tener confianza en si mismo. Con base al amor y seguridad, el más pequeño de la casa podrá aprender e interiorizar los valores, empezando por lo más importante.
Estos principios son los que nos permiten tener una capacidad de discernir entre una cosa frente a otras. Las personas toman muchas de sus decisiones o determinan sus conductas a partir de sus sentimientos y necesidades afectivas, que muchas veces al estar regidas por las emociones y no por la razón, pueden no ser las mejores.
Los valores afectivos son estudiados por la psicología y nos ayuda a controlar nuestras reacciones ante el entorno sin que sea afectado por nuestro estado afectivo. Las decisiones que tomamos en nuestra vida están orientadas por la afectividad.
Además, generan una serie de sensibilidades que nos permiten comprender algunas situaciones que viven otras personas, por lo que podemos prestar ayuda en los momentos necesarios y contribuir a tener una mejor sociedad, y se caracterizan:
- Por ser durables, y por ello se manifiestan a lo largo de toda la vida.
- Íntegros, son completos en sí mismo.
- Flexibles, cambian y pueden adaptarse a lo largo de la vida para adaptarse a las necesidades y a las experiencias vitales de las personas.
- Satisfacción, al poder guiar la conducta de manera coherente a una escala de valores afectivos
- Polares, tienen un sentido positivo y uno negativo, cada valor tiene su contravalor.
- Jerárquicos, es una necesidad básica recibir afecto durante los primero años de vida.
- Trascendentes, porque dan sentido y significado a la vida afectiva de las personas.
- Dinámicos, están influenciados por los esquemas mentales dominantes en la época, por ello se transforman a lo largo de la historia.
- Aplicables, por que los valores son abstracciones que se reflejan en la vida diaria a través de sus acciones.
- Complejos, porque responden a causas diversas y compiten con otro tipo de valores, lo que hace que esté sujeta a complicados juicios, valoraciones y decisiones.
Valores afectivos importantes para la sociedad
Existen diversos valores afectivos que dan respuesta a diferentes necesidades en el plano afectivo de la persona, y que son de gran importancia para la sociedad:
Amor, se considera como el principal de los valores afectivos, y se trata de un sentimiento fuerte y perdurable aunque su intensidad puede variar con el tiempo. Además de permitirnos amar a otros y tener mayor aprecio hacia ciertos lugares y objetos, como por ejemplo amar a nuestros seres queridos y en el hogar donde compartimos con la familia.
Gratitud, es la expresión de agradecimiento que se tiene hacia una persona o a un evento ocurrido. Recibir o dar un abrazo, unas palabras de consuelo, felicitaciones entre otros, son gestos que se reciben con gratitud y demuestran apoyo solidaridad y respeto. Se demuestra con acciones concretas o palabras de agradecimiento, y se encuentra ligado a valores como lealtad, amor, entre otros.
Respeto, saber cuál es la mejor conducta a tomar según una situación, atender lo que la otra persona nos dice, y saber como defender nuestras propias convicciones, decir algo que puede generar agrado o disgusto, entre otros. Este valor forma parte de nuestra integridad y es una virtud que se debe aplicar a lo largo de la vida. Mantener este valor, definen las relaciones que nos rodean de forma responsable y honesta.
Solidaridad, es un valor que genera empatía y nos permite ponernos en el lugar del otro, poder entender qué es lo que está experimentando y saber que apoyo brindar a la persona. Esta debe ser genuina, debe nacer de un sentimiento de ayudar y de querer que los demás se sientan bien.
Cortesía, es una demostración de respeto que denota atención y cuidado hacia la otra persona, ser cortes propicia buenas relaciones con todas las personas que interactuamos en un momento determinado. Su función última es satisfacer el deseo de la persona de ser aceptada.
Paciencia, implica tener la capacidad de entender a los demás y a nosotros mismos, escuchar y ofrecer los mejores consejos posibles, para brindar orientación hacia una conducta positiva. Este valor rige nuestra capacidad de esperar y de comprender las debilidades, tanto las ajenas como las propias.
Inculcar los valores desde temprana edad a través de la educación y brindando amor incondicional es fundamental para el desarrollo integral del ser humano. La Fundación Alma Amiga tiene dentro de sus objetivos la creación de estrategias educativas, y junto a sus voluntarios, embajadores y grandes colaboradores como Enrique Alberto Romero Domínguez, entendemos que la educación de valores es vital para el desarrollo integral de los niños, y para asegurarles su bienestar y autonomía en su vida.
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