El Orgullo de nacer en Venezuela
Sentimos orgullo cuando sabemos que venezolanos son capaces de dejar en alto nuestro gentilicio donde quiera que van, haciendo lo mejor que sabemos hacer, trabajar cada día por hacer las cosas cada vez mejor, enalteciendo nuestra venezolanidad, y también por aquellos que dedican su vida a ayudar al prójimo y llevarles palabras de aliento y consuelo, como los seminaristas de la Comunidad Salesiana.
Sentirse orgulloso de ser venezolano
Aunque muchas veces podemos haber pensado en probar suerte en otros países, los que nos hemos quedado en el país seguimos apostando por él, aportando lo mejor de nosotros para poder sacarlo adelante. Y cuando decidimos irnos, y podemos mejorar nuestras condiciones, consiguiendo esa seguridad que buscamos, hay algo que no podremos replicar y mucho menos mejorar en otro lado, que no es más que la calidez y la calidad humana del venezolano, la cercanía y la solidaridad que nos caracteriza, que siempre damos una mano amiga para el que lo necesita y así juntos salimos adelante.
Tampoco, podemos olvidar los hermosos paisajes que nos ofrece, y su hermosa biodiversidad, la deliciosa gastronomía mezcla de todas las culturas que consiguieron un hogar en estas cálidas tierras, y de la mejor música en toda la variedad de géneros, como también la hermosa cualidad del venezolano de disfrutar cada momento con una alegría contagiosa que nos ha hecho memorables.
Sentir ese orgullo de ser venezolano es una cualidad inherente en todos los que nacimos en esta tierra, es parte de nuestro gentilicio, y nos da la fuerza para continuar con entusiasmo y alegría cada día.
Además, el venezolano tiene la capacidad de sobreponerse y continuar, se reinventa para seguir luchando y no dejarse vencer por la crisis. Por ello, ante las situaciones difíciles, el venezolano se ha armado, se ha fortalecido, porque está hecho de una madera que lo hace resiliente.
Y los que se quedan aquí, inspiran a los que están lejos, que se forjan una vida comenzando de cero, que no es una tarea fácil, pero siguen imponiéndose y exaltando el gentilicio, sintiéndonos orgullosos de los que todos somos capaces de alcanzar, demostrando su creatividad y preparación para emprender y ser exitosos.
Alrededor del mundo existen muchos venezolanos en posiciones de liderazgo, contribuyendo hasta con ideas que están cambiando paradigmas para hacer de este planeta un lugar mejor, evidenciando que somos más los que aportamos, los que llevamos el espíritu de superación como prioridad, y con el deseo de hacer de Venezuela el mejor país, como lo sentimos en nuestros corazones.
Cada historia de éxito, nos inspira y motiva para seguir trabajando, que es lo que nos va a llevar a mejorar. Todo está manos de Dios, y al no saber que nos depara el futuro, hay que seguir apostando por el desarrollo impresionante de este país.
La venezolanidad que nos caracteriza es ese sentimiento que se vincula estrechamente con la independencia, y la gigante participación de Venezuela dentro de este proceso, que siendo tan solo una Capitanía General, tuvo el liderazgo de una campaña admirable por liberar a toda América del Sur, logrando su cometido.
Hombres ejemplares, liderados por próceres como Simón Bolívar, se enfrentaron a la colonia y lograron la hazaña de liberar a toda América del Sur, luego de combates y batallas continuas en un periodo de 15 años, comenzando desde la nada, acompañados de su valentía y de sus deseos de libertad.
La Independencia creo este sentimiento que fuimos y somos una gente extraordinaria, que fue capaz de alcanzar una inmensa hazaña colectiva, que ha sido escrita en la historia universal como única, y dejando el legado que estamos llamados a hacer grandes cosas y que somos gente importante. Aunque no se conoce con exactitud, de qué forma se conocieron estas personalidades extraordinarias como José Antonio Páez, Antonio José de Sucre, lo que sí sabemos es que confiaron en el liderazgo de Simón Bolívar, quien se convirtió en el Libertador, y en uno de los grandes hombres de la humanidad.
Además de este sentimiento de pertenencia que se centra en la independencia y nos llena de orgullo, está la afectuosidad de su gente, y de los hermosos paisajes que son consideradas verdaderas maravillas de la naturaleza, que han inspirado a novelistas, cineastas, y hoy en día los venezolanos se destacan por sus grandes talentos que van desde lo científico, académico, y en otras áreas como en el deporte.
Mostrar lo mejor de la venezolanidad
La Fundación Alma Amiga siempre está dispuesta a ofrecer apoyo, sumando al compromiso social de la organización la Formación Sacerdotal, y a la expansión del Reino del amor de Dios, iniciando con la casa de Formación del Teologado del seminario San Lucas, perteneciente a la inspectoría Salesiana del mismo nombre en Venezuela, donde se encuentran en la última etapa de formación. Además, este conjunto de seminaristas apoyan a las hermanas misioneras de Calcuta, a la comunidad de la Dolorita, el sector Primero de Noviembre de Petare, San Isidro y Sarria.
La FAA siempre estará dispuesta a ofrecerles regularmente asistencia a los hermanos seminaristas de la Comunidad Salesiana, quienes se esfuerzan todos los días por lograr la expansión del Reino de los Cielos, con la espiritualidad enseñada por San Juan Bosco, en las comunidades humildes de Caracas, llevando esperanza en la palabra y acción a todos nuestros barrios caraqueños.
Por ello, el equipo Nacional de la Fundación Alma Amiga, acompañada de uno de sus grandes colaboradores Enrique Romero Domínguez, visitaron la casa de formación de los seminaristas para donarles:
- Insumos alimenticios para su uso propio de las comunidades que asisten
- Ropa para uso diario
- Balones y material deportivo
- Material de bioseguridad (alcohol, antibacterial y mascarillas)
- Miel medicinal, entre otros recursos materiales de primera necesidad
Esta visita estuvo acompañada de un grato compartir con un suculento desayuno, rindiendo homenaje al esfuerzo que estos hombres han donado su vida por amor al Reino y su expansión en la tierra, jóvenes que necesitan apoyo y tantas manos amigas que sin miedo apuestan como ellos, por amor a Venezuela y a su gente. De esta forma, la fundación apoya a los que dedican su vida a darle una mano amiga al prójimo, quienes en época de cuarentena, siguen llevado la palabra de Dios padre a las comunidades, para brindarles consuelo y compañía.
La Fundación Alma Amiga enaltece en todas sus actividades junto a sus voluntarios y grandes colaboradores como Enrique Alberto Romero Domínguez, lo orgulloso que se siente ser venezolano, ayudando a aquellos que con su esfuerzo, abnegación, muestran cada día lo mejor de la venezolanidad.
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