Desarrolla tu asertividad para mejorar tu vida
Algunas veces nos podemos ver comunicando nuestros sentimientos, dejando escapar nuestras emociones, especialmente la ira, obteniendo muy malas consecuencias, de ahí radica la importancia de la asertividad, que es una comunicación bastante eficaz, entre las opciones de ser una persona excesivamente pasiva como ser también excesivamente agresiva.
Asertividad y la comunicación efectiva
Para comenzar debemos entender que la asertividad es una forma de comunicación en la que expresas tus sentimientos , opiniones y defiendes tus derechos, realizas sugerencias de forma honesta, respetando tus propias necesidades tanto o más que a los demás, es decir, que al momento de expresar tus pensamientos, controlas tu mensaje para que no seas demasiado agresivo o frágil.
Este tipo de comunicación se puede aprender y mejorar, se trata de una forma consciente de comunicarse sustentada en la autoestima y confianza en ti mismo, que puede desarrollarse a través de las experiencias personales, que bien sea una situación difícil o una conversación normal, te sentirás más confiado y te comunicarás de forma más efectiva cuando lo necesites.
Es muy satisfactorio tener la capacidad de expresar lo que sientes de forma honesta y defender tus derechos, genera sensaciones de libertad, y logras vivir de una forma auténtica. Saber poner en palabras nuestra opinión y lo que proponemos es una buena forma de expresar amor hacia nosotros y hacia las demás personas, partiendo del punto de partida que, comunicarse de forma asertiva es manifestar el respeto propio y el respeto hacia el otro.
Entre los beneficios de mantener una comunicación asertiva podemos destacar:
- Evita la acumulación de malestar emocional, que ocurre cuando evitamos decir lo que pensamos y sentimos para no herir al otro, o para no generar un conflicto, pero al no expresarlo esto se acumula y en cualquier momento pesan tanto que no podemos contenerla y suceden las explosiones de rabia, que puede dejar resultados peores de lo que visualizamos el callar antes de que todo comenzará.
- Poner en palabras nuestro interior, expresar nuestras emociones y pensamientos negativos de forma tranquila, sin que los demás entren en conflicto, provocando cambios positivos en nuestra autoestima y autoconfianza.
- Gestionar el malestar emocional, saber escuchar nuestras propias emociones y entender la causa que la genera, haciendo todo lo posible para salir de él.
- Sentirnos libres y vivir conforme a nuestras emociones, y no permitir que las estructuras impuestas desde fuera nos definan y tengamos más libertad para tomar nuestras propias decisiones y de este modo controlar más nuestra vida y nuestros objetivos.
- Resolver problemas de forma eficiente, en especial los sencillos, aquellos que surgen de la cotidianidad, debido a que tendremos una nueva forma de enfrentar nuestra rutina y todos los aspectos de nuestra vida, desarrollando la capacidad de encontrar alternativas razonables, como también, encontrar oportunidades en los momentos de crisis.
- Iniciar, continuar, cambiar y terminar conversaciones de forma cómoda, y sin la sensación de estar poniendo a menos a nadie o faltándole el respeto. De igual manera podrás compartir tus sentimientos, emociones y experiencias con los demás y crear las condiciones para que otros compartan sus pensamientos.
¿Cómo ser más asertivo?
Seguramente en tu etapa infantil, te educaron para no contradecir a tus cuidadores y familiares, arraigándose con el paso de los años, convirtiéndose de una forma inconsciente en esa voluntad de complacer a los demás por encima de nuestras propias necesidades, para evitar ser rechazados.
A esto se le suma otros factores que determinan porque no puedes comportarte de forma asertiva:
- Baja autoestima y autoconfianza, cuando no defiendes tus derechos y expresas tus emociones, invitas a los demás a que no lo hagan tampoco.
- Por el significado de ciertos roles en nuestra vida, que nosotros mismos nos presionamos para “encajar” en nuestro entorno.
- Porque estas estresado y nervioso, es común sentir que estás perdiendo el control de tu vida, actuando en situaciones sin pensar y terminar expresando las emociones de forma extrema, como si nada tuviera importancia.
- Por el tipo de personalidad, sin embargo se puede aprender a ser más asertivo, aunque existe esta tendencia natural a reaccionar de una manera u otra.
- Por tus experiencias pasadas, que te condicionan a responder de una manera, por ejemplo, si siempre has tenido a tu alrededor personas amables o agresivas y hostiles, vas a reaccionar de esta manera.
Conociendo la causa del problema que nos impide la anhelada asertividad, podemos poner en práctica ciertos hábitos y estrategias que nos ayuden a ser más asertivos cómo:
- Saber decir que no
- Aprender a escuchar
- Eliminar los prejuicios, evitar los juicios de valor ante las personas que no conoces
- Entender que nadie está al tanto de lo que nos ocurre y por ello debemos saber contarlo.
- Aprender a responsabilizarse de los sentimientos propios
- Aprender a comunicarse respetando las necesidades del otro
Igualmente, para desarrollar la asertividad puedes poner en práctica algunas de estas herramientas que siguen a continuación:
- Remplaza tus pensamientos negativos por positivos, con esto puedes cambiar la forma en que interpretas las emociones.
- Defiende «tu» verdad y no «la verdad». Cada una de nuestras verdades se fundamenta en nuestras propias experiencias pasadas y conocimientos.
- Recuerda siempre tu objetivo, comunicarse de forma asertiva también implica expresar de forma clara lo que quieres. Cuanto más claro tengas lo que quieres, más probables será que lo consigas. Una vez que tengas claro tu objetivo, no te apartes de él.
- Siempre comunícate de forma concreta y detallada, debes tener la capacidad de transmitir de forma exacta lo que quieres.
- Haz referencia a los hechos y no a tus juicios, hablar sobre los hechos objetivos y concretos y no de tus conclusiones.
- Añade motivos a lo que pides, expresa la razón real que sustenta tu petición. Igualmente, cuando expresas una negativa no necesitas dar explicación, si es demasiado brusco, ofrece al final de tu razonamiento una buena alternativa.
- Habla desde ti y no desde tu, para que la otra persona no se sienta atacada o se ponga a la defensiva, centrarlo en tus sentimientos. Usar el yo en lugar de tu, y mantenerse concentrado en el problema, sin acusar a la otra persona.
- Contagia tus emociones, esto ocurre cuando hablas de ellas, cuando expresas lo que sientes, creas empatía por quienes comparten tú día a día, porque conocen la emoción que están describiendo.
- Reduce tu ansiedad con el lenguaje corporal. La asertividad también debe comunicarse con el cuerpo. Mantener una postura que engrandece, que sea firme y calmada, sin mostrar debilidad a tu interlocutor, y sobre todo a ti mismo.
Creando un mensaje asertivo
Se ha demostrado que para conseguir la máxima asertividad, debes usar la comunicación subjetiva para describir la situación y como seguirá, y en ese momento presentar tu propuesta.
El mensaje asertivo tiene 4 fases que lo hacen perfecto:
- Los hechos, describe la conducta de la otra persona de forma específica sin emitir valores de juicio.
- Expresa tus sentimientos ante esa situación o conducta, de forma auténtica y manteniendo la calma.
- Las consecuencias, describe que ocurrirá si el interlocutor mantiene esa conducta, experimentar agregando como puede afectar a otros o dar más detalle de la conducta.
- La solución, explica de forma concreta que cambios quieres que se produzcan en la actitud de la otra persona.
Para iniciarte en la comunicación asertiva comienza desde cero, aprende a ser más consciente en la forma en que expresas tus sentimientos, que sea lo más claro y menos agresiva posible. Puedes comenzar practicando en situaciones de bajo riesgo, y vas enfrentando de forma progresiva, poco a poco iras teniendo práctica generando una buena comunicación y ganando confianza para ser más asertivo.
Ser asertivo te ayudará a ser una persona con autonomía e incrementará tu confianza al poder expresarte diciendo lo que piensas, además que se convertirá en uno de los motores para aumentar tu autoestima. Cuanto más te respetes a ti mismo, más te respetarán los demás, y ese es en realidad el objetivo final de la asertividad.
Entre los objetivos de la Fundación Alma Amiga está el brindarle herramientas a las niñas, niños y adolescentes de la mano amiga de sus voluntarios, embajadores y grandes colaboradores como Enrique Alberto Romero Domínguez, para que a través de su autoconocimiento puedan alcanzar su autonomía, y la asertividad es una herramienta útil para aumentar la autoconfianza, en esta población que se encuentra en estado vulnerable, y ayudarlos a mejorar sus condiciones de vida.
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