Enrique Romero: ¿Cómo alzanzar la felicidad?

La felicidad es un estado mental que todos los seres humanos queremos alcanzar, y su búsqueda es tan vieja como la humanidad misma. Este deseo de alcanzarlo ha sido punto de reflexión para muchos científicos, que las investigaciones sobre el tema encabezadas por los avances de la neurociencia, se han multiplicado en los últimos años.

Como tener una buena vida

Todo padre quiere para sus hijos una vida feliz y buena, sin tomar en cuenta que la felicidad para todos puede ser distinta, incluso de una generación a otra. Mientras en los años sesenta la máxima felicidad era tener acceso total al teléfono de casa, ahora para los jóvenes es simplemente tener una buena conexión a internet.

Pero cuales son las claves para conseguir una vida feliz:

• El carácter se puede cambiar hacia una disposición optimista ante la vida. Se puede enfocar nuestra personalidad a los que buscan el bien, o aspirar a evitar el mal y tener una buena vida. Esta inclinación innata de ver las cosas a la primera de forma negativa, puede cambiarse con la fuerza de voluntad de crear nuevos hábitos. El carácter debe verse como un punto de inicio y sacarle el mejor partido a nuestra personalidad o forma de ser, apoyándonos en los aspectos positivos.
• La felicidad no depende de la abundancia, en algunos países las mejoras en el nivel de vida, no han sido asociadas a mejora alguna en el bienestar subjetivo de las personas. En los últimos años, estamos apegados a la aprobación y admiración de los demás, en un tiempo que todas las obligaciones están ligadas a la propia satisfacción, viviendo en una sociedad de compradores. 
• Qué haces y cómo lo haces, para muchos el arte de vivir es el de darle sentido a la vida de cada uno, y además, experimentar continuamente que estamos vivos. Todas aquellos momentos en que las experiencias de vidas se manifiestan, sin explicación alguna, y dejarse llevar por ellos para colmarse de ese sentimiento único que es la alegría de vivir, aquí y ahora.
• Que la alegría de vivir te mueva, conducir la vida de la manera más agradable posible, si no a actuar de una forma que libere en nuestra vida oportunidades de mejora y gozo. Algunos psicólogos lo describen como una forma de fluir, estimulando las defensas psíquicas naturales, como cualidades y valores que  contribuyen a la felicidad individual, y al buen funcionamiento de la sociedad.
• Vivir con atención plena, actuar siempre de una manera concentrada atento a lo que se hace, vivir y obrar con los cinco sentidos puestos, y con la mente enfocada en vez de embotada por el ruido y la dispersión, algo imprescindible en nuestra sobreestimulada sociedad y quién sabe si en la del futuro. De la calidad de nuestras horas depende la calidad de nuestra vida, hacer las cosas en serio y no hacerlas al paso.
• Alcanzar la justa medida de la felicidad, para Montaigne la auténtica obra maestra es la de vivir de forma adecuada, alcanzar el orden y tranquilidad en la conducta, y solo la moderación puede darnos algo así, una moderación que antes las llamaban mediocritas, que significa la justa medida al contrario de conformarse con lo poco, y no ir al llamado del exceso. Lo importante es saber elegir en todas las situaciones de nuestra vida, creando un espacio propio en el que podemos dejar huella al caminar.
• Apreciar la habilidad de ser feliz, es una cuestión de acción y de saber vivir.

El filósofo Arthur Schopenhauer consideraba a la felicidad como el arte que se alcanza con unas pautas de buen vivir. Y llamó al estudio de los misterios de este tema como la eudomología, dedicándole páginas a libros como Aforismo sobre el arte de vivir, El arte de conocerse a sí mismo, o El arte de ser feliz, proponiendo ciertos aspectos:

• Conservar los mejores atributos que la naturaleza nos haya dado
• Conseguir los suficientes medios de vida para sentirnos protegidos en las adversidades
• Tener en cuenta lo que los demás piensan de nosotros sin dejar que la autoestima dependa de ellos, sino que debe surgir de uno mismo.

Podemos considerar que la actitud que debemos tener para alcanzar una vida dichosa son:

• Moderación: Nada en exceso
• Satisfacción, con aquellos pequeños logros que conseguimos a lo largo del día
• Agradecimiento, tanto en lo que hemos obtenido a lo largo de nuestra vida, y lo que le debemos a algunas personas
• Compartir, tanto como dar y amar
• Elegir, cuando analizamos las cosas que nos molestan, se amplían nuestras posibilidades de elección hacia la vida que queremos.
• Disfrutar, sin desperdiciar cualquier ocasión que tengamos
• Mantener el Equilibrio

Formas de alcanzar la felicidad

El alcanzar la felicidad ha procurado de estudios científicos que los ha llevado a nueve conclusiones: 

1. Ten muchos amigos, el contacto con nuestros amigos, influye de forma determinante en nuestro bienestar psicológico, incluso aquellas personas que participan en una actividad social, tienen mayores probabilidades de ser felices.
2. Apunta cada día a lo bueno que te ha ocurrido, la gratitud es el aspecto de nuestro carácter que está más asociado a la satisfacción vital y todas las cosas buenas que se derivan de ella.
3. Evita la rutina, compra experiencias, atrévete a vivir más aventuras, y no tener miedo de probar e invertir en nuevas experiencias.
4. Anticipa tu felicidad, la ilusión no está en el cuándo sino en el mientras. La felicidad aumenta si tenemos en mente vivir experiencias que sabemos van a proporcionarnos dicha, aunque ya estemos disfrutando en ese momento.
5. Busca el amor, es fundamental para nuestra felicidad.
6. Sonríe, aunque nuestro estado de humor no esté predispuesto a ello, seremos algo más felices.
7. Busca entornos azulados, porque transmiten tranquilidad, incluso el morado tiene algunos de estos efectos en mujeres. Rodearnos de más colores en nuestra vida nos puede hacer más felices. Sobre todo en los días oscuros.
8. Persigue objetivos vitales, trabajar duro para lograr un objetivo, y hacer progresos para su consecución, activa emociones positivas, suprimiendo al mismo tiempo las negativas.
9. Se generoso. La felicidad no solo reside en el tener o mejorar nuestra calidad de vida, sino en tener mayor capacidad de dar, ser compasivos y generosos con los demás incrementa los niveles de bienestar en todos los ámbitos de la vida. Ser una persona altruista activa las regiones cerebrales que provocan placer, y evita al mismo tiempo, el estrés, la ansiedad y la depresión, mejorando enormemente nuestras relaciones personales e incluso aumenta nuestra esperanza de vida.

Pertenecer a un voluntariado, no solo te asegura el encontrar buenos y mejores amigos, sino que te brinda la oportunidad de ser generoso, y se manifiesta un sentido de pertenencia muy similar al de una familia mientras estas persiguiendo un objetivo vital. Consciente de ello, para la Fundación Alma Amiga la amistad es parte de su lema y que además contiene el sello que marca a todos los voluntarios, embajadores y grandes colaboradores como Enrique Alberto Romero Domínguez, quienes comprenden que ser una alma amiga es anticiparse a la felicidad por todas las grandes satisfacciones que brinda pertenecer a un voluntariado. 

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